Fusión, diversión, novedad…al menos en La Coruña. Me encanta comer, disfruto con un buen plato de comida, con propuestas originales, con una buena copa de vino y si es en grata compañía, el lugar es acogedor y te tratan de maravilla, la satisfacción es completa.
Hace unos días pasé de casualidad por delante del local, me llamó la atención su entrada, me quedé con el nombre Pachinko y pronto apareció la ocasión perfecta para ir a conocerlo…la despedida de soltera de Almudena (la del medio).

Fue la primera vez para las cinco, y sin dudarlo las cinco aceptamos el reto propuesto… “Hemos venido a jugar”…Nos plantamos pronto, sin duda una buena razón para volver pronto y seguir jugando.








Nos dejamos aconsejar, valió la pena, incluso en la elección del vino, Pies Negros, delicioso Rioja. Quiero volver a probar todos los platos!!!